Romero y Romero Consultores, C. A.
BOLETÍN ELECTRÓNICO MENSUAL Nº 5
Cumaná, septiembre de 2009
Año I, Nº 5
Sección: Seguridad, Salud y Medio Ambiente Laboral
EL ESTRÉS COMO RIESGO LABORAL
El ritmo de vida en la sociedad moderna se ha venido acelerando continuamente. Las organizaciones y las personas se ven hoy sujetas a presiones y demandas cada vez mayores. Esta situación ha sido terreno propicio para el incremento del estrés. Una de las principales fuentes de estrés es el trabajo, en cuyo caso los estudiosos hablan de “estrés laboral”, el cual puede ser definido como la tensión que experimentan los trabajadores cuando las demandas del trabajo superan la capacidad del individuo para atenderlas.
El estrés laboral puede provenir de la organización del trabajo (jornadas de trabajo muy largas, poca claridad sobre lo que se espera del trabajador, sobrecarga de trabajo físico o mental), de las relaciones interpersonales (malas relaciones con compañeros, subordinados o supervisores), del estilo de liderazgo (supervisores insensibles o agresivos), o de las propias condiciones de trabajo (ambiente inseguro, deficientes condiciones de iluminación, ventilación, temperatura, etc.)
El estrés puede ser episódico (cuando ocurre ocasionalmente y desaparece), o crónico (ocurre de maneras recurrente por el sometimiento permanente a factores estresantes). Esta última clase de estrés es la que trae severas consecuencias para el individuo, ya que puede originar malestares fisiológicos (taquicardia, dolores de cabeza, dolores musculares, úlceras, gastritis…), desequilibrios psicológicas (apatía, ansiedad, hipersensibilidad a la crítica, fatiga…) y conductas no deseables (conductas impulsivas, ausentismo, rendimiento deficiente, consumo de alimentos o de “drogas legales” como tabaco y alcohol).
Las leyes que procuran garantizar la salud y el bienestar de los trabajadores, han tomado en consideración el estrés como factor de riesgo. Así, la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT), en su artículo 70, junto con los riesgos físicos, mecánicos, químicos, biológicos y disergonómicos, incluye los riesgos psicosociales y emocionales como factores que pueden originar enfermedades ocupacionales.
Como el estrés es acumulativo, las tensiones generadas por el trabajo se suman a otros factores personales y ambientales (vida familiar, situación económica y política del país, inseguridad). Esto hace difícil distinguir qué proporción del estrés es generado por el trabajo y qué proporción por otros factores. No obstante, los empleadores y sus representantes deben hacer esfuerzos por controlar los factores generadores de estrés, no sólo como parte de su obligación de garantizar el bienestar de sus trabajadores, sino por los efectos que el estrés tiene sobre otras variables organizacionales: ausentismo, rotación de personal y disminución del rendimiento.
Sección: Comportamiento Organizacional y Capital Humano
ESCUCHAR NO SÓLO CON LOS OIDOS
Los gerentes y supervisores invierten buena parte de su tiempo en actividades de comunicación: realizan o atienden llamadas telefónicas, leen o escriben memorandos y oficios, redactan o revisan mensajes de texto o correos electrónicos, participan en reuniones de trabajo, atienden personalmente a clientes y supervisados…
Algunos estudios (citados por Robbins, 2004) señalan que un gerente promedio invierte aproximadamente un 29% de su tiempo en actividades de comunicación, mientras un gerente eficiente invierte un 44%. Esto evidencia la importancia de la comunicación para la empresa.
Hay diferentes formas de enfocar la comunicación en las empresas. Se habla de comunicación horizontal, vertical y diagonal; formal e informal; interna y externa; escrita y oral… En este breve escrito se prestará atención a la comunicación “cara a cara”, una forma de comunicación muy común y frecuente en cualquier organización.
La comunicación “cara a cara” es muy completa, pues permite a las personas captar no solamente las palabras sino la entonación y volumen de la voz, las expresiones faciales y los movimientos corporales.
Muchos de nosotros seguramente hemos pasado por experiencias como las siguientes. Imagine que usted entra a una oficina y da los buenos días. La otra persona responde “buenos días”, con un tono suave, una sonrisa agradable y una leve inclinación de la cabeza.
En otra oficina, la persona le responde “buenos días”, en un tono seco, con cara de pocos amigos y sin levantar la vista de los papeles que está revisando. La impresión que se recibe en cada caso es muy diferente.
En situaciones más complejas que el simple saludo del ejemplo anterior, la habilidad para comunicarse eficazmente con otros es crucial. Atender eficazmente a un cliente, un proveedor, un empleado o un colega, o participar en una reunión de trabajo, requiere desarrollar lo que algunos estudiosos llaman “escucha empática”, considerada por Stephen Covey como uno de los siete hábitos de la gente altamente efectiva.
¿Qué es escuchar empáticamente? Es escuchar con la intención de comprender al interlocutor, de “entrar en el marco de referencia de la otra persona” para entender sus pensamientos, sus sentimientos, sus motivaciones, sus preocupaciones. Se trata de ponerse en los zapatos del otro. La intención es comprender a la otra persona, antes de exponer nuestros argumentos para ser comprendidos.
Mucha gente no ha aprendido a escuchar con la intención de comprender, sino para contestar. Cuando no está hablando, está preparándose para hablar, sin escuchar realmente al otro.
Escuchar empáticamente implica escuchar con atención, con los oídos, los ojos y el corazón. De esta forma, se “escuchan” los sentimientos, los significados, la conducta. Por esta vía se incrementa la confianza y la credibilidad del gerente o supervisor y se estimula la mutua aceptación personal.
Referencias:
Robbins, S. (2004) Comportamiento Organizacional. México: Pearson
Covey, S. (2005). Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Barcelona: Paidos
Sección: Misceláneas organizacionales
ALGUNAS IDEAS PARA REFLEXIONAR
Del libro Aprender a emprender: mil claves de éxito para Emprendedores, Empresarios y Directivos, de Joaquín Valcarce y Ángel Martín Sequera, extrajimos algunas reflexiones sobre distintos aspectos del quehacer empresarial.
“El modo de comportarse con los clientes externos y internos define si un empleado tiene potencial o no lo tiene”.
“El punto de diferenciación en una empresa ya no está en el producto (lo puede copiar la competencia), sino en los empleados que lo gestionan”.
“Lo importante para un empleado es la capacidad que tenga para evolucionar dentro de una Empresa.
“La dirección industrial debe ser rigurosamente respetuosa con la seguridad de sus empleados. Una máquina estropeada se puede arreglar; una mano cortada es para roda la vida”.
“El futuro de la industria depende de las personas. Éste es el recurso más importante de una fábrica. De ellas depende el uso de los útiles y de las máquinas”.
“El orgullo de los empleados por pertenecer a su Empresa, es la mejor medicina para la supervivencia de esa Compañía en el mercado”.
“Un empleado satisfecho es un empleado fiel. Hay que tomar en cuenta, también, el caso contrario”.
“Es preferible no dar órdenes a los empleados si no van servidas de controles periódicos que comprueben el cumplimiento de las mismas”.
Referencia
Valcarce, J. y Sequera, A. (2006). Aprender a emprender: mil claves de éxito para Emprendedores, Empresarios y Directivos, Madrid: Nowtilus.
Sección: Al día con la LOPCYMAT
LA LOPCYMAT Y SU ÁMBITO DE APLICACIÓN
¿Sabía usted que...?
La Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT), tiene un amplísimo ámbito de aplicación, pues sus disposiciones son aplicables a todo tipo de trabajo realizado por cuenta ajena, independientemente de su naturaleza, fines o forma de propiedad de la organización. Tales disposiciones abarcan a las cooperativas y otras formas asociativas de producción y servicios.
Artículo 4: Del Ámbito de Aplicación. Las disposiciones de esta Ley son aplicables a los trabajos efectuados bajo relación de dependencia por cuenta de un empleador o empleadora, cualesquiera sea su naturaleza, el lugar donde se ejecute, persiga o no fines de lucro, sean públicos o privados existentes o que se establezcan en el territorio de la República, y en general toda prestación de servicios personales donde haya patronos o patronas y trabajadores o trabajadoras, sea cual fuere la forma que adopte, salvo las excepciones expresamente establecidas por la ley. Quedan expresamente incluidos en el ámbito de aplicación de esta Ley el trabajo a domicilio, doméstico y de conserjería.
Quienes desempeñen sus labores en cooperativas u otras formas asociativas, comunitarias, de carácter productivo o de servicio estarán amparados por las disposiciones de la presente Ley.
Se exceptúan del ámbito de aplicación de esta Ley, los miembros de la Fuerza Armada Nacional de conformidad con lo dispuesto en el artículo 328 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…
Así, toda empresa privada (ya sea de producción o de servicio), toda organización sin fines de lucro (de carácter educativo, social, asistencial, etc.), toda dependencia oficial (municipalidades, instituciones educativas, fundaciones, ministerios, centros de salud, etc.) toda forma de asociación comunitaria (cooperativas, empresas de producción social, etc.) están sujetas a las disposiciones de la Ley y están obligadas a cumplir con las obligaciones en ella establecidas .
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